El líder del PSOE de Madrid y candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, ha pasado esta mañana por los micrófonos de Más de Uno, en Onda Cero, donde ha sido entrevistado por Carlos Alsina. Lobato ha explicado la reforma fiscal que propuso en junio: una propuesta integral, justa y progresiva que consigue recaudar los 900 millones de euros necesarios para el rescate de la Sanidad Pública, la Educación Pública y los servicios sociales.
La reforma fiscal de Lobato, explicada en la entrevista de Alsina
La reforma fiscal del PSOE de Madrid busca devolver la progresividad al sistema fiscal madrileño para que, en la región más rica de España, quienes más ganan, más paguen y contribuyan a salvar los servicios públicos, en grave estado y en riesgo de colapso bajo el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y tras 28 años de mala gestión del Partido Popular.
Para ello, como ha explicado Lobato, se modifica el impuesto del IRPF y, mientras se alivia la carga sobre las clases medias y trabajadoras, el 95% de los madrileños, se crea un nuevo tipo para quienes ganan más de 100.000 euros. “Quienes tenían becas para ricos contribuirán más.Y por otro lado ayudamos a las familias en su IRPF porque en Madrid la vida es más cara”, ha explicado Lobato.
Además se recupera el impuesto de Patrimonio, pero con matices y de manera progresiva, de la misma manera que se hace con el Impuesto de Donaciones y Sucesiones. En el caso del Impuesto del Patrimonio, que en Madrid no existe y supone un cheque fiscal a toda la riqueza, sólo se gravará a partir de 1,2 millones de euros de riqueza. Y, a partir de esa cifra, de manera progresiva, a mayor riqueza, más se pagará. Pero estarán exentos aquellos patrimonios que sean productivos y contribuyan a la economía madrileña (negocios, viviendas en alquiler…).
Por otra parte, en el Impuesto de Donaciones y Sucesiones estarán exentas aquellas herencias por debajo del millón de euros, como son las que afectan a familias trabajadoras que heredan una vivienda familiar en el pueblo o una segunda residencia en la playa. Y, a partir del millón de euros, se pagará de manera progresiva.